Con un aplauso infinito Abel, se despidió del público misionero

Eran apenas pasadas las 22 de un lunes diferente, la noche estrellada y el río Paraná fueron el marco perfecto en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez para entonar las canciones de Abel Pintos, un artista con todas las letras que con su voz incomparable y su inmensa humildad cautivó una vez más al público de la tierra colorada.

Un anfiteatro totalmente colmado, lo recibió con gritos eufóricos que rápidamente se mezclaron con la entonación del coro oh oho oh, oh ohohhhhh de la canción Aquí te espero. “Más allá de todo lo que pasó, las heridas y el dolor, lo difícil que será..” así empezó un show increíble, que duró un poco más de 2 horas y recorrió grandes éxitos, con temas que fueron “uno detrás de otro, como cachetada de locos”, tal como Abel prometió que sería.

“La entrada valió cada centavo”, dijo una joven sentada en primera fila que llegó desde la provincia de Corrientes. Las canciones, sonaban, Abel veía al público y parecía no creer lo que estaba viviendo. Algunas chicas, rompían en llanto, se quedaban sin voz de tanto gritar y los hombres no dudaron en cantar al compás de su ídolo.

“Hace muchos años cuando era muy chico, vine por primera vez a Misiones a cantar y el público me recibió y me escuchó con mucho respeto, y yo veía que me escuchaban enserio. Pasaron los años y vine muchas veces,  pero siempre que vengo encuentro el mismo respeto y consideración. Estoy eternamente agradecido por brindarme ese don”, dijo emocionado. Más tarde agregó,  “no se cuanto va a durar este recital, pero lo que sí se, es que tiene una buena, buena cantidad de canciones y las voy a cantar una tras de otra como cachetada de locos”, se explayó antes de seguir con su show, y así fue.

Al finalizar se sintió agradecido y junto a su banda aplaudió al público quien respondió con otro infinito aplauso. “Gracias por tanto, espero volver en un futuro cercano y podamos volver a estar todo juntos. Por eso cuando volvamos a casa, por favor salgamos con tranquilidad”, dijo y se despidió ya pasada la media noche.

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