Posadas. El médico neurólogo del HEADRM, Dr. Emanuel Silva, informó que en la Argentina, actualmente el ACV es la tercera/ cuarta causa de muerte y la primera/segunda causa de discapacidad, “es una enfermedad muy frecuente, prevalente y que se asocia no sólo a un riesgo de muerte sino a un elevado porcentaje de discapacidad ; el 60 % de las personas que sufrieron un ACV presentaran discapacidad a un año y el 30 % de estos presentara una discapacidad severa lo que significa que el paciente queda totalmente dependiente de otras personas y artefactos para poder alimentarse , respirar”.
Un ACV es una alteración en cualquiera de las funciones neurológicas del cerebro. Es ocasionada por una alteración en la irrigación sanguínea en el aporte de sangre que se hace por arterias o por venas, explicó.
“En el ACV izquémico, que es la causa frecuente de ACV, las arterias que llevan sangre y nutrientes al cerebro (oxigeno y glucosa) se ocluyen o tapan generalmente por la existencia de un coagulo o por una placa formada por cristales de colesterol que se desarrollan en personas que tienen factores de riesgo cardiovascular”, dijo.
Cuanto más factores de riesgo tenga la persona es más propenso a sufrir un ACV o un infarto en el corazón, acentuó.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son: Principalmente la edad. Tener más de 55 años en el hombre o más de 65 en la mujer, presión arterial elevada más de 13/8, colesterol elevado, diabetes, que aumenta el nivel de glucosa en la sangre y fumar o haber fumado por mucho tiempo, recordó.
Síntomas
Los síntomas que puede sentir una persona frente a una ACV son muy variables, entre los más comunes, se encuentra el déficit motor, se trata de alguna alteración en la fuerza, que generalmente se manifiesta en una mitad del cuerpo, cara, brazo y pierna aunque a veces puede estar afectado una sola de estas tres partes, mencionó.
“Una prueba sencilla es elevar los dos brazos hacia adelante y que algún testigo evalúe si alguno de los brazos tienen alguna caída”, comentó.
Otro síntoma que el Profesional nombró se da en el lenguaje, es la dificultad para nominar cosas, objetos, la persona pierde la capacidad de hablar fluidamente en forma abrupta, uno señala un objeto una mesa, silla y la persona se vuelve incapaz de nombrarlo, esto ocurre principalmente cuando se afecta el lado izquierdo del cerebro.
Además, se pueden presentar, “alteraciones visuales, la persona deja de ver con un ojo, alteraciones sensitivas en la una mitad del cuerpo o la otra aparecen, hormigueos, electricidad, o incluso la sensación de anestesia, trastorno en el comportamiento, en el equilibrio”.
Éstos son los síntomas iniciales de que el flujo del cerebro se esta viendo alterado, no necesariamente significa que ese déficit va a quedar fijo y que va a quedar como una secuela, aclaró.
“Si el paciente es recibido en una guardia de emergencia y se toman las medidas adecuadas de medicación, control y de la presión arterial esos síntomas se pueden revertir y la persona puede quedar sin ninguna secuela. Ante esos síntomas es muy importante concurrir lo antes posible al médico porque algunas medidas que se pueden tomar en las primeras horas de una ACV son claves para disminuir el área afectada del cerebro por lo tanto disminuir el riesgo de muerte y de discapacidad”, recomendó.
Medidas de prevención
Para prevenir un ACV hay que combatir los factores de riesgo modificables que son 4. Uno de ellos no se puede modificar que es la edad. Pero si se puede hacer mucho con los otros 4 factores: bajar el colesterol y el riesgo de diabetes teniendo una vida sana a través de una dieta equilibrada comiendo abundante frutas, verduras, fibras y poca carne roja, recomendó.
Recomendó comer carnes blancas de aves y pescado (preferentemente de mar). En el caso del pescado de río, es más beneficioso comer los que tienen escamas tales como El dorado, Boga, Sabalo, entre otros.
En el mismo sentido mencionó como esencial el ejercicio físico,” nadar, trotar, correr, durante 30, 40 minutos corridos varias veces a la semana, otorga una serie de cambios en la circulación sanguínea y en la función del corazón, que bajan el colesterol y el riesgo de tener diabetes”.
Finalmente, mencionó “fumar hace muy mal, aumenta el riesgo no sólo de tener enfermedades cardiocerebrovascular, sino que aumenta el riesgo de tener enfisema pulmonar y de cáncer de labio, lengua, faringe, laringe y pulmón. El tabaco es una caja de pandora que puede darnos millones de sorpresas, todas desagradables entre ellas el ACV”.