¿Quién le baja la nota al gobernador?

Hasta fines de agosto, el gobernador, Oscar Herrera Ahuad, encabezaba el ranking de gobernadores con un 67% de aprobación.

De acuerdo al informe difundido en ese momento, el mandatario misionero estaba primero en cuanto a su imagen positiva, sumando un 67,8% y seguido de Rodríguez Larreta, con un 66,8%.

La gestión de la pandemia que llevó adelante el primer mandatario misionero; la apertura de algunos canales de diálogo y una serie de cambios en algunos manejos institucionales, lo catapultaron a la cima.

Además, el gobernador al principio de su gestión se mostraba atendiendo personalmente todos los asuntos.

“Muy bien diez”, la calificación. Incluso, parecía que ni la débil oposición misionera podía encontrar algún flanco al descubierto hacia dónde dirigir las críticas.

Sin embargo, en las últimas semanas, parece que la nota empezó a bajar.

Un poco quizás porque el mismo gobernador bajo el perfil; pero especialmente porque a algunos funcionarios, sin dudas, se les escapó la tortuga.

Sorpresivamente y en muy poco tiempo, explotaron simultáneamente varios puntos de conflictos fuertes en la provincia.

El crudo reclamo policial en las calles fue el punto de inflexión. De ahí en más, la nota empezó a caer.

Los reclamos docentes que, pese a los acuerdos mayoritarios, continúan con piquetes en toda la provincia y el largo acampe de algunos sectores de la Salud Publica, son la frutilla del postre.

Nada de eso ocurrió durante los primeros meses de gestión. De repente la interminable pandemia empezó a pasar factura. Alguien tiene que pagar la cuarentena eterna.

¿Qué pasó? ¿Quién le baja la nota al gobernador? ¿Hay falencias en la gestión de algunos ministros, subsecretarios o directores de algunas áreas?

¿O hay desgaste interno en la Renovación? ¿Le están tirando nafta al incendio? ¿Hay fuego amigo?

Se podrían hacer muchas conjeturas, pero lo cierto es que el nuevo contexto en Misiones es muy distinto al de hace algunos meses y por eso es un misterio. Pronto se debería resolver.

Por lo pronto, es seguro que le está haciendo falta un mejor “timing” a algunos funcionarios y algo más de diálogo a otros. De lo contrario, lo van a seguir empujando a Herrera Ahuad hacia más abajo en el ranking.

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